El Ejecutivo de coalición prometió elevar el gasto en estas partidas, pero la realidad es que la cifra se reduce tanto en términos absolutos como relativos
El gasto del conjunto de las Administraciones Públicas en Sanidad y Educación caerá en 2022 por segundo año consecutivo, que es justo lo que el Gobierno de Pedro Sánchez prometió no hacer. En el acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, ambas fuerzas se comprometieron a elevar el desembolso en Sanidad hasta el 7% del Producto Interior Bruto (PIB) y en Educación, al 5%. Pero lo que evidencia el Plan Presupuestario remitido a Bruselas es que el próximo año, una vez superados o al menos paliados los efectos de la crisis del coronavirus, las dos partidas se alejarán de esos umbrales.
Después de la abrupta caída del PIB y de las necesidades extraordinarias que la pandemia desató en 2020, en el presente ejercicio ya se está produciendo una notable reducción del esfuerzo en relación al conjunto de la economía. Del 7,6% en Sanidad se ha pasado al 7,2%, y en Educación la reducción es del 4,6% al 4,5%. Pero en el que viene, la moderación será tan intensa que no sólo se notará en términos relativos sino que también se registrará una caída en términos absolutos, algo totalmente insólito. Así, el desembolso en Sanidad se reducirá en 429 millones de euros, siempre según los datos que el propio Ministerio de Hacienda plasmó en el mencionado documento que el mes pasado remitió a Europa. Y en Educación la caída ascenderá a casi 600 millones.
Desde el departamento que dirige María Jesús Montero subrayan que, efectivamente, los momentos más duros de la pandemia exigieron un fuerte apoyo a la Sanidad, que también los esfuerzos extra que se realizaron en Educación necesitaron de más fondos. Añaden que si la comparativa se hace con respecto el gasto total las cifras no se reducen sino que aumentan, punto que es asimismo cierto. Pero todo ello no evita la realidad: que, por segundo año consecutivo, el gasto en esos dos ámbitos tan importantes se va a reducir.